¿Cómo lograr la máxima eficiencia?

La clave para lograr un sistema de entregas sostenible es priorizar las inversiones que permitan ganar la máxima eficiencia de la primera a la última milla.

24/08/2021 - 17:08 - Canales
Autor: Florencia Lippo


Durante el año pasado, debido al aislamiento social, se dio una presión inusitada sobre las cadenas de suministro, que tuvieron que hacer frente al incremento de las ventas a través del e-commerce y, como consecuencia, al desafío de realizar entregas eficientes.

La cadena de suministro está sometida a una gran presión como consecuencia del crecimiento del e-commerce y las crecientes expectativas de los clientes. Aunque el cliente es responsable en parte de que la entrega pueda realizarse, la cadena de suministro es decisiva para lograr entregas correctas en el primer intento. Los errores de envío, la mala visibilidad, las ineficiencias y los errores humanos son factores que provocan fallos en las entregas. Los retailers sufren consecuencias, como daños en la imagen de marca y falta de confianza de los clientes. Las entregas repetidas suponen además costos económicos y medioambientales”, señala un informe de la consultora Zetes, en el que se analizan las causas de las fallas en el delivery de productos y explica cómo las empresas líderes logran la excelencia en las entregas. 

Más exigencias 

Durante la pandemia, la presión sobre la cadena de suministro y las expectativas de los clientes no dejan de aumentar. Asemejándose a un pico estacional sin precedentes. En un momento en el que más de una tercera parte de la población mundial ha estado confinada, el e-commerce ha crecido en numerosos sectores. En las categorías de alimentación y productos para el hogar, la demanda en el canal online ha aumentado más de un 30% a nivel internacional”, indica el estudio. Y añade que “para garantizar la competitividad, los retailers se ven obligados a ofrecer entregas al día siguiente, en un día determinado o incluso en el mismo día, por lo que la tramitación de los pedidos es extremadamente complicada. En un mundo caracterizado por la conectividad y la movilidad, los clientes quieren elegir opciones de entrega flexibles, localizar los envíos y devolver los productos con facilidad”.

Las cadenas de suministro no tienen un funcionamiento lineal, sino que son estructuras complejas, dinámicas y de varios niveles. La falta de visibilidad puede tener consecuencias catastróficas en la tramitación de los pedidos y en la rentabilización de las inversiones. Como todas las etapas de la cadena de suministro afectan al proceso de entrega, si una entrega falla el problema puede estar en la primera milla. Con la COVID-19 ha sido todavía más difícil cumplir los plazos de entrega, ya que, muchos consumidores se han decantado por las compras online en detrimento de las tiendas físicas.

“Las incidencias no se hacen esperar cuando los trabajadores utilizan procesos manuales basados en papel que no se pueden adaptar a los cambios de forma eficiente. En la actualidad, durante los picos estacionales, más de una tercera parte de los pedidos llegan incompletos o con retraso. Pero esto no es ninguna sorpresa, teniendo en cuenta que el 94 % de las empresas carecen de la visibilidad adecuada en la cadena de suministro. En la última milla, se producen diferentes problemáticas que impiden las entregas puntuales, como incidencias de tráfico o estacionamiento. Cada minuto cuenta, pero el 62 % de los retailers no tienen acceso a información en tiempo real, por lo que no pueden corregir los posibles problemas (por ejemplo, cambo en la ruta, comunicando la hora estimada de llegada al cliente o dejando el pedido en otra dirección)”, indican los expertos de Zetes. 

Soluciones sostenibles 

En un futuro próximo es probable que se utilicen drones y flotas de vehículos autónomos y eléctricos, pero estas estrategias todavía no son realistas, sobre todo en zonas urbanas. Para cumplir las exigencias de los clientes y los niveles de servicio, los retailers deben analizar la eficiencia y la visibilidad de toda su cadena de suministro.

“Si se optimiza la primera milla aumentan mucho las posibilidades de que las entregas funcionen. Con la tecnología existente se puede obtener de forma instantánea una mayor productividad y exactitud en las fases de picking y empaquetado. Por ejemplo, con sistemas multimodales de picking por voz se logra una mayor rapidez y exactitud, y con tecnologías de visión (o basadas en cámaras) se pueden leer múltiples códigos de barras y clasificar paquetes con rapidez. El Internet de las cosas (IoT) también facilita el seguimiento de componentes y paquetes, identificando los artículos que faltan y eliminando por completo los errores de envío. Ahora existen tecnologías multilingües intuitivas, que facilitan la rápida incorporación y formación. Cuando crece la demanda, esto también permite flexibilizar la cadena de suministro para aumentar la productividad a través de tecnologías que optimizan la capacidad del personal”, señalan los expertos de Zetes.

Y añaden que “las empresas líderes saben que un ecosistema inteligente, conectado y colaborativo mejora la ejecución de las entregas, lo que les permite desmarcarse de sus competidores. La inteligencia artificial va “aprendiendo” de las operaciones de última milla y puede sugerir soluciones de entrega alternativas para evitar problemas. Por ejemplo, si estacionar en el centro de una determinada localidad es complicado, se puede ofrecer un incentivo a los clientes para que utilicen otras opciones de entrega”.

“El e-commerce, aun con los retos que presenta, no para de crecer y ofrece infinidad de oportunidades. Para ofrecerles una experiencia de e-commerce de primera clase, un factor determinante además del precio y la disponibilidad es lograr una entrega perfecta. Las entregas fallidas no son sostenibles desde el punto de vista económico, medioambiental y de reputación de la marca. Para hacer frente al cambio climático y responder a las demandas del e-commerce una vez superada la pandemia, es necesario lograr la sostenibilidad en las entregas. Afortunadamente, la mayoría de las causas subyacentes se pueden solucionar con tecnología escalable y una cadena de suministro conectada y flexible. Las empresas líderes son un ejemplo de excelencia, con el 98 % de entregas correctas en la primera visita, y han sabido aprovechar el aumento de la demanda desde el inicio de la pandemia de COVID-19. Trabajan con la visión de datos actualizados y aumentan la productividad de forma eficiente y rentable. Las entregas fallidas o con retraso se reducen gracias a la visibilidad total en la cadena de suministro y a la comunicación en tiempo real con los clientes para informarles sobre el estado del stock y las entregas. La clave para lograr un sistema de entregas sostenible es priorizar las inversiones que permitan ganar la máxima eficiencia de la primera a la última milla. Esto incluye automatización, tecnologías de visión, sistemas multimodales de picking por voz, soluciones ePOD de última generación y herramientas de visibilidad para logar un entorno colaborativo. Cuando se consigue este nivel de control y eficiencia, se pueden hacer previsiones de entrega y realizarlas en el primer intento, incluso durante y después de una crisis mundial”, concluye el estudio.

 


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