Perseverar para Triunfar: El Ejemplo de Lionel Messi

Esta semana vale la pena reflexionar a partir de una frase que escuchamos durante años en el fútbol argentino: “Messi y diez más”. Sonaba bien en palabras, pero en la práctica fue un fracaso enorme. Tan grande que, en 2016, tras perder la final de la Copa América contra Chile, el propio Messi llegó a anunciar sus ganas de retirarse de la Selección.

En ese momento crítico, al borde del abismo deportivo y emocional, surgió un cambio. En un contexto donde en otros países se hubiera valorado el esfuerzo, en Argentina la exigencia parecía desmedida. Fue entonces cuando, en septiembre de 2018, bajo la conducción de Claudio “Chiqui” Tapia, comenzó una nueva etapa. Una decisión muy cuestionada en su momento: darle la dirección técnica a Lionel Scaloni.

Scaloni no era la figura dentro de la cancha. Su rol fue otro: mover fichas con convicción y animarse a encabezar una renovación profunda. Y todo cambió.

Ya no se trataba de “Messi y diez más”, sino de conformar un verdadero equipo. Jugadores con hambre, compromiso y sentido de pertenencia, que le dieran a Messi el entorno necesario para desplegar su talento sin presiones desmedidas. El resultado está a la vista: dos Copas América, una Finalísima y, finalmente, la Copa del Mundo.

Más allá de la alegría deportiva, este proceso deja una enseñanza poderosa para el mundo de los negocios: ¿Qué ambiente brindamos a los mejores de nuestros equipos? ¿Les damos la confianza para tomar decisiones? ¿Los rodeamos de personas que potencien su talento? ¿O los sobrecargamos con expectativas imposibles de cumplir en soledad?
Estamos a tiempo de repensar nuestro liderazgo. Formar equipos sólidos, acompañar a quienes tienen talento y crear el entorno adecuado puede marcar la diferencia entre el fracaso y el éxito sostenido.